LOS ELEMENTOS
Pensar en términos de los elementos no significa renunciar a nuestro entendimiento de la química, física, medicina y psicología modernas. Los elementos nos proporcionan una metáfora más fundamental que nos ayuda a explicar la dinámica que está detrás de estas disciplinas. Mediante el entendimiento de los elementos, podemos ver que las dimensiones de la experiencia, aparentemente distintas, en realidad sólo son niveles más sutiles o más densos de los elementos. Un exceso de fuego, por ejemplo, se manifiesta tanto en la dimensión física, como en la energética, mental y espiritual. Estas dimensiones no son distintas realmente, son presentaciones más refinadas (o más densas) de los mismos componentes básicos. Así, el fuego es tanto la energía del sol, dadora de vida, como el incendio forestal que destruye la vida. Es el calor del sistema digestivo, la creatividad de la mente, la luz roja del arco iris, el fenómeno de la temperatura, las emociones de odio y de deseo, la calidez de la compasión, la sabiduría del discernimiento, y uno de los cinco aspectos más sutiles y fundamentales del ser.
Cuando entendemos el carácter inclusivo de los cinco elementos, vemos que todo surge de manera conjunta, nada está completamente separado de ninguna otra cosa, y todo se vea fectado por todo lo demás. La ansiedad puede ser calmada por medio de rituales, medicamentos, ejercicio, meditación, amor, masaje o un baño caliente, porque la ansiedad es un exceso de fuego o aire, o una insuficiencia de tierra o agua. Cualquier cosa que esté relacionada con este desequilibrio en cualquier nivel tendrá un efecto en todos los niveles. Desde luego, en un momento dado, un método puede ser más adecuado que otro. Si estás sangrando, es mejor ponerte una venda o amarrarte un torniquete que hacer yoga. O si estás atascado en el mal humor, es mejor ser capaz de trabajar con la energía en tu cuerpo que recurrir a la cirugía.
Te envío por escrito mi experiencia con el cacao y la música sagrada. ¡Gracias de nuevo a ti y a Ángeles por haberme facilitado esta maravillosa vivencia!
Lo que experimenté aquel día jamás lo hubiera ni si quiera imaginado. Yo pensaba que sería una sesión más bien de relajación y que en caso de que me hiciera efecto tendría un bonito viaje.
Mi cuerpo poco a poco empezó a responder a la música como si empezará a entrar en un trance. Me sorprendí, me emocioné y esperé a ver que me iba a ocurrir. Yo deseaba viajar y ver otras cosas. Sin embargo lo que me apareció fue un ser de luz que me dijo que esa sesión no iba a ser para viajar sino para sanar. Fue una sorpresa increíble ...
Me dijo que iba a estar completamente consciente de mi cuerpo. Que debía escucharlo. Y me dejé llevar a la nueva experiencia.
Mi cuerpo empezó a temblar y a tener pequeñas convulsiones al ritmo de la música. Mi respiración cambió bruscamente. Empecé a hiperventilar y después hice respiraciones largas y profundas. Al rato volvía un periodo intenso de respiraciones cortas y rápidas. Me quedé fascinada. Era mi cuerpo el que sabía de qué forma debía respirar!! Yo sólo observaba lo que hacía mi cuerpo como si fuera un espectador.
Llegué al lugar que debía sanar: "Un gran bloqueo en el centro del pecho". Con el ritmo de la música y los tambores note cómo la vibración de la música golpeaba justo en ese punto con fuerza. Yo me retorcia y notaba el golpe. Pero era un golpe de luz, un golpe de amor. Y mis emociones se liberaron y lloré todo lo que tenía acumulado en mi cuerpo y que no di permiso a que saliera.
Así segui unos 15 minutos, retorciéndome, llorando y sintiendo un gran alivio al mismo tiempo. Notaba cómo poco a poco se iba abriendo y liberando el centro de mi pecho.
El Buda de la Medicina
Nombres: Bhaishajyaguru, Sangye Menla, Vaidurya
Mantra: Tadyata, Om Bekandze Bekandze, Maha Bekandze, Radza Samungate Soha!
Menla es el Buda de la Medicina, el que enseña Medicina y cura. Es el Arquetipo del Sanador Supremo: el Dharma –sus enseñanzas- es la gran medicina del Buda, al igual que su compasión y sabiduría. En el budismo Tibetano tiene 8 formas, los 8 budas de la medicina.
Jung: entre la Alquimia y el Chamanismo
Confrontación con el Inconsciente como prueba Iniciática
Laura Morandini & Ariell Chris
El hombre en su necesidad constante de progreso y avance tecnológico, con el pasar del tiempo ha ido poco a poco despreciando la forma de pensamiento simbólico y mítico, considerándolo como mera fantasía de los pueblos primitivos así como contraproducentes para su evolución.
Las culturas de los pueblos antiguos (Babilonios, Egipcios, Mayas, entre otros) desarrollaron un complejo sistema de pensamiento abstracto/sagrado siendo la Qabalah, la Alquimia, la Astrología y El Tarot manifestaciones que llegaron hasta nosotros, pero que aún son consideradas por los profanos puras supersticiones. Este conocimiento universal se expresa fundamentalmente a través de símbolos que los iniciados están obligados a dominar ya que las imágenes míticas otorgan la posibilidad de conexión con el sendero sagrado y la memoria de la naturaleza, lo cual resulta totalmente inaccesible por medio del pensamiento lógico.