Para aquellos sabios de la antigüedad, de los cuales somos consecuencia, era absolutamente vital que existieran disciplinas de conocimiento que más que profundizar en maestrías concretas, se dedicaran a relacionar unas sabidurías con otras. Se afanaron por encontrar el conocimiento de la relación entre los conocimientos, clave para alcanzar la única vía hacia un conocimiento global y absoluto, del que todos los demás forman parte, y son metáfora. Ésa es la unidad de conocimiento, y para alcanzarlo se necesitaba un “arte de la relación”, una disciplina integradora de conocimientos específicos.

La geometría planteada en términos pitagóricos, es la respuesta a nuestra búsqueda integradora.

Los números, su simbología, sus relaciones, sus formas y sus figuras, esconden mensajes importantes. Mensajes concretos y abstractos: desde las proporciones hasta su interpretación metafísica y espiritual. La antigua geometría sagrada, parece ser el hilo de unión de todas las partes del conjunto; la explicación y el vínculo que nos devuelve a la unidad.

Anne Igartiburu es una de las presentadoras más conocidas del panorama televisivo español. Pero lo que casi nadie conoce de Anne es su ferviente admiración por las técnicas de autoayuda y motivación personal. En su proceso de crecimiento personal, Anne ha cursado recientemente el primer curso del Máster en Técnicas de Psicología Transpersonal, organizado por Hermesan e impartido por Marly Kuenerz y su equipo de terapeutas.

El curso está dirigido a profesionales de la relación de ayuda, como psicólogos, terapeutas, educadores, médicos, trabajadores sociales, personal sanitario, coaches, etc. Se trata de una formación vivencial, en la que los alumnos aprenden métodos y técnicas terapéuticas que combinan las escuelas tradicionales, como la Gestalt, el psicoanálisis o el humanismo, con enfoques transpersonales, como la mirada sistémica, el budismo, el hinduismo o el chamanismo.

A lo largo del curso Anne Igartiburu ha demostrado un profundo interés por las materias impartidas y ha alcanzado su objetivo de ampliar su formación como coach. Desde un modelo psico-terapéutico integrador, los alumnos del Máster en Psicología Transpersonal aprenden a buscar soluciones a partir de síntomas y malestares concretos, ofreciendo un mapa general de los recursos disponibles y más adecuados para cada tipo de problemática y persona.

En el mes de octubre Anne iniciará el segundo curso de este máster y al término del mismo, recibirá un título privado que le acreditará como Especialista en Técnicas de Psicología Transpersonal. 

El Máster en Psicología Transpersonal, organizado por Hermesan, está formado por dos cursos académicos, cada uno de ellos compuesto de 8 módulos, de 12 horas cada uno y con una periodicidad mensual. Cada sesión está compuesta por una parte teórica, además de un importante trabajo práctico personal y grupal, abarcando áreas como los rasgos del comportamiento, las emociones, el perdón y la compasión o la interpretación de los sueños, vibración sonora como vía terapéutica, la muerte, la fuerza de los ancestros o el inconsciente profundo.

PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL. La otra VisiónLa Psicología Transpersonal surge en EEUU en la década de los 60, siendo conocida como “4ª fuerza” en Psicología, después del Conductismo (1ª), el Psicoanálisis (2ª) y la Psicología Humanista (3ª).

Esta última ya aporta una nueva visión del hombre: el foco principal no está en la enfermedad, como en el Psicoanálisis, sino en el “potencial positivo del ser humano”. Está centrada en la creencia de que en el Hombre hay una fuerza poderosísima que le impulsa al crecimiento. En condiciones propicias esta fuerza se manifiesta y la “enfermedad” se considera como la retención de esta fuerza dentro de nosotros.

La Psicología Humanista da un paso importante hacia la comprensión holística del hombre (como una unidad, un todo) y su integración en la Naturaleza.

Abraham Maslow, uno de los pioneros de la Psicología Humanista, escribió en 1968: “La Psicología Humanista es una preparación para la 4ª Psicología, todavía mas fuerte, transpersonal, transhumana, centrada en el cosmos y no en necesidades e intereses humanos, yendo más allá del humanismo, de la identidad, de la individuación…”

Experiencia Transformadora: el proceso de cambio del Juego de la Atención,  por Marly Kuenerz Parte 4

Pero, ¿por qué el proceso se desarrolla en grupo, si es un modelo de cambio individual?

Pues porque la terapia grupal es mucho más enriquecedora. Es como hacer el camino de Santiago acompañado. Si caminas solo, es verdad que puedes pararte cuando quieras y llevar tu ritmo, pero normalmente los kilómetros se hacen larguísimos.En cambio cuando vas con un grupo es como si la energía del grupo te llevara en volandas, te impulsara a seguir, los kilómetros se hacen con menos esfuerzo y el camino resulta más divertido. Pues en este caso es lo mismo.

Además, el trabajo grupal permite una cantidad de situaciones, ejemplos y posibilidades que en un trabajo individual, son muy difíciles de darse. Es una oportunidad para compartir experiencias y descubrir que lo que a uno le pasa es mucho más normal de lo que creías, que todos padecemos de lo mismo en un determinado grado.

Es como si realizáramos de forma compartida una primera limpieza general de la casa, cada uno de la suya. Si luego hace falta sacar brillo al bronce, es decir limpiar problemáticas más delicadas que no se pueden exponer a grandes cambios de golpe, puede complementarse con una terapia individual, más indicada para matices concretos que puedan quedar.

Experiencia Transformadora: el proceso de cambio del Juego de la Atención,  por Marly Kuenerz

La culpa es una especie de virus en el sistema, que te roba mucha fuerza y mucha decisión. Por eso, seguidamente a la purificación de la infancia y la adolescencia, estudiamos con mucha profundidad lo que es y cómo funciona la culpa. Se toman muchas decisiones por culpa. A la vez, se trabaja muy intensamente con la proyección, que en mi opinión es el “ABC” del trabajo terapéutico.

También se consideran y se cuestionan los personajes que representamos en la vida. Porque aveces uno tiene un personaje que odia, pero que está metido bajo tu piel y no consigues liberarte de él. Otras veces, un rol funciona bien en la vida, y te quedas prisionero/a de ese molde, condicionando tus actitudes y comportamientos.